Quien no se acuerda del tío Boomer en los anuncios estirándose para que un grupo de niños cabroncetes le pisotearan los huevos. Pedazo de pompas que se hacían con este chicle. Después salió el kilométrico que empezabas comiendo poco a poco y al final te entraba el ansia y te retabas a tí mismo a ver si eras capaz de metértelo entero en la boca. Con dos cojones lo conseguías. Eso sí, que nadie te preguntase nada porque a la primera palabra te salía un babote más kilométrico que el chicle.
1 comentario:
jajajaa, y los bang bang tambien erqn chungos, te metias los 5 en la boca por jibia que eramos, asi no teniamos que darle a nadie, jajajaja
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