Una de ellas es utilizar una buena herramienta como PowerPoint, para exponer gráficamente lo que explicas... o también puedes convertirla en la responsable de una presentación desastrosa.
Hay varias sugerencias muy interesante para hacer una presentación en público aprovechando el potencial de una de las aplicaciones de más éxito de MicroSoft, que no parece envejecer con los años, muy al contrario de otros productos de la marca.
- Lo primero es saber exactamente a quién te diriges.
Una vez que sabes que vas a decir y a quién se lo vas a decir, hay que seleccionar el diseño más adecuado de PowerPoint.
- El hilo conductor es el contenido, no el diseño.
Recuerda: el contenido es el que marca el diseño de la plantilla.
Para una presentación del balance de una empresa, un diseño con florecitas y bonitos paisajes no sería muy indicado, ¿no crees?.
Reserva la esquina superior izquierda para el título de la diapositiva. Está comprobado que es el punto que más se mira en una pantalla.
Incluye el logotipo de la empresa que representas, sin que sea demasiado grande, en la esquina inferior derecha. Suele ser el mejor lugar. Si no representas a ninguna empresa, puedes crear un logotipo de tú propio nombre, cuanto más sencillo mejor. En cootext puedes hacer tu logotipo personal en un minuto y gratis. Recuerda: El branding personal está de moda.
- Utiliza sólo una idea en cada diapositiva.
- Añadir imágenes o gráficos es siempre interesante.
Demasiado texto aburre, demasiadas imágenes distraen la atención sobre el contenido.
- Deja espacios en blanco en cada diapositiva.
Mucho cuidado con los fondos: Que sean simples y con poca variación cromática.
Un fondo amarillo chillón o rojo vivo, altera inconscientemente a la audiencia y puede provocar nerviosismo, que seguro que es algo que no pretendes para tú presentación en público.
- Extrema la moderación con las transiciones.
Si los grandes directores de cine sólo usan un par de tipos de transición en toda una película de dos horas, no quieras tú superarles: no lo conseguirás.
Ni se te ocurra usar transiciones complicadas en tú presentación en público, que además de ser lentas, pueden ser una auténtica horterada. Sigue la máxima : "menos es más".
- El texto: Cuidado con el tamaño, negritas y cursivas.
No resaltes todas las palabras en negrita, úsala sólo en las palabras en las que quieras poner énfasis. Las negritas son una especie de resumen concentrado del contenido.
Una forma de comprobar que no te has excedido, es leer sólo las palabras en negrita: si al acabar el texto te ha quedado una idea básica y telegráfica del tema, has hecho lo correcto; Si por el contrario las palabras en negrita forman un texto literario completo, te has equivocado.
Evita las cursivas, cuesta bastante leerlas desde lejos. Sólo úsalas para detalles que no tengan mucha importancia en la presentación, cómo los nombres de los autores o las fuentes del contenido. Recuerda que lo importante para tú presentación en público es el contenido, no las fuentes y los autores. La audiencia no recordará el autor del dato que expones, sólo recordará el dato y con un poco de suerte tú nombre.
Mantén una concordancia con el tamaño del texto: tamaño más grande para el contenido más importante, como por ejemplo el título de la diapositiva.
- Habla con autoridad para convencer de lo que estás diciendo.
Si tú has creado la presentación, eres sin duda un experto en la materia, así que no hay razón para estar nervioso, simplemente estás compartiendo información.
En una presentación en público con PowerPoint, es importante no leer el texto de cada diapositiva, eso ya lo sabe hacer cada persona de la audiencia por sí mismos. Utiliza otras palabras, otra forma alternativa para decir lo que muestras en la diapositiva.
- Lo más importante: No des la espalda a la audiencia al leer una diapositiva.
Ni se te ocurra quedarte sentado detrás de una mesa, escondido tras la pantalla de 21 pulgadas de tú portátil, leyendo datos y más datos con un tono lineal y aburrido: Los ronquidos de la sala te sobresaltarán.
Usa un guión en papel, llevándolo en la mano; mira la diapositiva en el portátil, de frente al público; o si no hay más remedio, apártate de la pantalla y mira la diapositiva de lado, sin dar la espalda.
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