Desde 1994 se viene hablando de esta curiosa coincidencia. Quien haya escuchado The Dark Side of the Moon de Pink Floyd al mismo tiempo que ha visto El Mago de Oz se habrá dado cuenta de que tanto el disco como el filme están sincronizados en muchísimos momentos. El hallazgo, bautizado como The Dark Side of the Rainbow, ha sido negado por los miembros de la banda hasta la saciedad, pero a pesar de ello la casualidad ahí está. Una imagen (y un audio) valen más que mil palabras.
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