Banksy es mundialmente conocido por sus actos de rebelión, tocándole las narices a lo establecido con sus provocativas obras en sitios inesperados. Hace poco salió la que quizá sea su mayor obra, protestando contra la comodificación del arte haciendo que su propia obra fuera despedazada en una subasta de forma muy pública mientras vendedores e inversores observaban horrorizados.
Pero, ¿fue real? ¿Fue este acto autodestructivo la expresión definitiva de la anarquía, un troleo de proporciones épica, o fue en realidad una forma cínica y calculada de ganar publicidad e incrementar el valor de su arte?
Josh Gilbert, artista y herrero de Chicago, tiene serias dudas. Presenta su teoría con gran atención al detalle, y sus argumentos sobre por qué algo no encaja tienen una base seria. “Soy un fabricante, así que la forma en que presentaron cómo lo habían construido me resultó rara. Lo vi varias veces, miré capturas de pantalla y no tenía sentido como máquina diseñada para despedazar una pintura. También soy mago, y cuando empecé a verlo como arte en vivo más que como documentación, entonces tuvo sentido.”
Siendo también artista especializado en esculturas de metal, Josh aprecia la brillantez de Banksy, aunque no le convence este truco. “Sigo pensando que Banksy es un gran artista, y definitivamente no diría que mi teoría es un hecho en este punto. Solo parece una conclusión que encaja. Creo que definitivamente Banksy es un artista en vivo y está intentando expandir lo que eso significa en la cultura popular.”
“Dicho esto, creo que si yo hubiera intentado llevar a cabo este truco, habría hecho algo mejor para disimularlo. Pero, ¿quizá es parte de sus intenciones? Quiere hacer que pensemos y hablemos sobre ello, y ciertamente lo ha conseguido.”
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