Aunque los payasos están para hacer felices a los niños y divertirlos, sin embargo para muchos niños e incluso algunos adultos parace aterrarles la idea de acercarse a alguno de ellos. ¿Pero por qué estas caras sonrientes y pintadas de vivos colores se han convertido en “el terror” de los niños?
Podríamos llegar decir que la culpa es de la cultura popular. En “Eso”, una película de TV estrenada en 1990, el protagonista era ‘irónicamente’ un payaso diabólico, asesino de niños. Tras “Eso” continuaron algunas otras peliculas donde el protanista era un payaso terrorífico, tal como sucedio en peliculas como el “payaso asesino” o “payaso diabólico”.
Otras de las razones la explicó el escritor Ramsey Campbell: “Es el miedo a la máscara, el hecho de que no cambia y siempre aparece con una sonrisa”.
Hace años un profesor, director de un hospital de Londres, vio a un paciente que entre otros trastornos le tenía miedo a los payasos. Para el profesor, el temor que sienten los niños tiene menos que ver con el payaso en sí que con la comprensión que causa algo tan extraño como un payaso.
Es decir, no se trata de una reacción a los payasos. Uno es sensible a cosas extraordinarias y particularmente sensible si uno es niño. Por ejemplo, es comprensible entender por qué un niño en un hospital, lejos de casa, en un entorno poco familiar y preocupado por su salud o el tratamiento se sienta más nervioso de lo habitual. “El estar lejos de casa vuelve a los niños más susceptibles a los miedos”, concluye dicho profesor.
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