Lo fácil sería decir que con la Iglesia hemos topado. Pero en este caso sería con demasiadas iglesias.El caso es que han preguntado a católicos, protestantes, judíos y gente sin creencia alguna acerca de los matrimonios homosexuales. Los resultados son variopintos.
Entre los católicos, el 48 por ciento de los encuestados estaban a favor de estos matrimonios. El 40 por ciento no estaban nada a favor. Y al 12 por ciento restante ni les iba ni les venía. Visto así, parece que más de la mitad los católicos siguen la ley de amar a todos los hijos Dios, sin importarles con quién se acuesten. Lo veo yo bien.
Entre los protestantes, sólo un 35 por ciento están a favor de que personas del mismo sexo contraigan matrimonio. Y un 55 por ciento están super en contra. Que ni hablar del peluquín, oiga. Y los que están en el 11 por ciento restante pues pasan un poco de decir una cosa. Yo, que siempre lo aplico todo al sexo, creo que será que ese 55 por ciento se aburren en la cama con sus parejas. Y por eso no quieren que otros matrimonios sean felices copulando. Así que dicen si no me divierto yo, que no se divierta nadie. Como los gays y las lesbianas se lo pasan tan bien en la cama, pues ellos, ahí a malmeter. Si es que…
Entre los judíos la diferencia es más marcada. Un 56 está super a favor y sólo un 40 está en contra. Y el 4 por ciento que se queda así dudando. No sé si debido a la memoria histórica de los judíos, al saber ponerse en el lugar de otros oprimidos, a Barbra Streisand o el simple sentido común, el caso es que alivia saber que su religión no nos castiga.
Pero el dato más interesante, para mi al menos, es saber que aquellos y aquellas que no tienen un arraigo religioso, aquellos y aquellas que pasan un poco de religiones tienen las ideas claras. Un 85 por ciento están a favor del matrimonio entre gays y lesbianas. ¡Un 85 por ciento! Ni el último expulsado de Gran Hermano tuvo tanto porcentaje de votos. Así sí.
Visto así, por encima encima y sin meternos en camisas de once varas, podemos deducir que la gente que no cree en una divinidad (llámalo Dios, llámalo Alá, llámalo X) tiene más claro el vive y deja vivir. Será como ese pensamiento jocoso de tantos heteros que dicen que los gays y las lesbianas queremos casarnos porque no sabemos lo horrible que es el matrimonio.
1 comentario:
creo que Dios o la divina maxima es todo felicidad, sexo, amor, compañerismo, y mucho más,las mentes que inculcan es el detalle,con relación al matrimonio bien todos y todas tenemos ese derecho y lo veo como una conquista, resulta ironico pensar que en la supuesta normalidad de un matrimonio puedan verse conjugadas tantas cosas y tantos percanses , para con los mismos y la prole, cuando hay tantos sedientos de cariño tanto por dar como por recibir creo que la oportunidad para demostrar lo contrario a lo que muchos esperan tiene que ser dada , y de vivir mucho más.
saludos
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