Aunque es de primero de comentario de cine de ascensor, que la repetición y la obviedad no oculten la inexplicable realidad: cada vez que ponen ‘Pretty Woman’ (Garry Marshall, 1990) en televisión, es un éxito de audiencia.
Lo que también es bastante conocido es que aquel final en el que Julia Roberts y Richard Gere acaban felices para siempre encaramados a una escalera de incendios, no siempre fue el que aparecía en el guion.
“Tiraban a mi personaje del coche, le arrojaba el dinero encima, como recuerdo, y se alejaba, dejándola en un callejón sucio”, explica Roberts sobre el final original del título en un nuevo encuentro de los llamados ‘Actors on Actors’ de Variety, en el que se ha sentado a conversar sobre su carrera junto a Patricia Arquette.
“Hubo un productor que se quedó con el guión y fue a Disney”, explica la actriz sobre el cambio de tono de la película que la convertiría en la estrella que es hoy. “Cambiaron todo. Se convirtió en algo más cercano a lo que estaba acostumbrada”.
Aquel guion que J.F. Lawton llamó en un primer momento ‘3.000’, la cantidad de dinero que el personaje de Vivian por sus servicios, se convirtió en la base de una historia mucho más accesible. “No pude hacerlo entonces. No podría hacerlo ahora. Gracias a Dios se cambió”, sentencia Roberts, que logró llevarse el Globo de Oro en 1991 por aquel papel y se quedó a las puertas del Oscar que terminó ganando Kathy Bates por ‘Misery’ (Rob Reiner, 1990).
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