Tal y como recoge el Mirror, el protagonista explicó que mientras hacía su pedido en la primera ventanilla, la conductora del coche que tenía detrás "continuamente me pitaba y me volvía loco porque me estaba retrasando demasiado".
Mientras conducía hacia la segunda ventanilla para pagar, el protagonista de la historia se aseguró de que la mujer de detrás tuviera tiempo suficiente para hacer su pedido antes de decirle al cajero que quería pagar las comidas de ambos, lo que al principio parecía ser un acto de bondad y amabilidad.
Tras pagar por su comida y la de la mujer de atrás, siguió adelante, mirando cómo la mujer de atrás llegaba a la ventana del cajero y le decían que su pedido había sido pagado por el hombre al que había atosigado enfadada minutos antes.
"Continué hasta la siguiente ventanilla y ella se asomó por la ventana mirándome como una loca porque el cajero le había dicho que yo le pagué la comida. Se sintió muy avergonzada y evitó mi contacto visual a través del espejo retrovisor", reveló el narrador.
"Cuando llegué a la última ventana para recoger mi comida, le mostré a la empleada los dos tickets y también me llevé la comida de ella. ¡Lo pagué, es mío! Tuvo que dar la vuelta y esperar aún más. ¡Va a aprender hoy!", concluye el relato.
Compartida en Twitter, la historia tiene más de 10.000 retuits, más de 35.000 'me gusta' y más de 600 comentarios.
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