Mientras disparaba con su cámara de fotos entre algunos colegas, el fotógrafo publicidad comercial Tim Tadder encontró que el agua producía formas interesantes cuando se dejaba caer sobre las cabezas de maniquíes, especialmente cuando dichos maniquíes eran calvos.
Al poco tiempo, Tim organizó una convocatoria abierta para que cualquier hombre calvo acudiera a ser fotografiado mientras le tiraban globos de agua en la cabeza. También puso sobre sus cabezas globos delgados y con un láser los hacía estallar. El resultado es una serie llamada “Water Wigs” (Pelucas de agua, en español), en la que el agua sirve como sustituto de un peinado. Se ve sorprendentemente convincente y bastante divertido.
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