Salir de juerga en Inglaterra y amanecer en Barcelona. Lo que parece salido de una comedia de situación se hizo real. El culpable de la historia es Alex Caviel, un joven británico de 21 años que salió de fiesta nocturna en Chelmsford (Reino Unido) y acabó el día siguiente aterrizando en el aeropuerto de El Prat.
Según relata al diario Essex Chronicle, Caviel salió de fiesta junto a su mejor amigo por los bares de la ciudad pero todo acabó torciéndose: “mi amigo desapareció y recuerdo haber pensado que estaría bien volar a algún sitio”. Así, Caviel se plantó en el aeropuerto de Londres-Stansted y compró un billete para el siguiente vuelo hacia la capital catalana, lugar que nunca había visitado.
El inglés no recuerda mucho del viaje. Se montó en el avión y cuando despertó estaba a 2.000 kilómetros del lugar donde había empezado la noche. “Llamé a mi madre y estaba preocupada pero mi padre pensó que era de risa y me dijo que aprovechase el viaje", afirma Caviel al rotativo británico. El joven hizo caso a las palabras de su progenitor y comenzó su epopeya por Barcelona. Compró comida, ropa y alojamiento -estuvo hasta en tres hoteles-, salió a algunos bares y también dejó tiempo para el turismo.
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