
El hombre de 48 años debió ser operado de urgencia en un hospital, luego de haber confesado a los médicos que se había metido dos cabezas de martillo por el recto.
Como era de esperar, el sujeto realizó esta maniobra borracho. Dijo que pensó aliviar el dolor con algunas copas de licor, pero luego se le ocurrió la “grandiosa idea” de meter un martillo por el trasero para resolver su problema, y viendo que no sucedió nada, se metió otra cabeza de martillo!
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