Rubia, pálida, con las mejillas encarnadas, los labios muy rojos, cejas arqueadas y negras y nada de vello en el cuerpo. Este era el ideal femenino de belleza medieval, que las mujeres trataban de alcanzar a través de prácticas como la depilación con ayuda de tiras de tela impregnadas de resina. Eran habituales los ungüentos para mantener la tersura de los senos o los tintes para el cabello, además de cremas de vidrio molido y perfumes de azufre.
1 comentario:
eso me hizo recordar a las egipcias cuesta mucho la belleza , grandioso post
saludos
despe
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