
Lloyd Webber dice que esta segunda parte gustará tanto como la primera, aunque admite que la reacción de los fans le ha llevado a cambiar varias veces el final.
La acción de “El amor nunca muere” avanza varios años respecto del final de “El fantasma de la ópera”. Se pasa de París a Coney Island, en Nueva York. Christine Daaé vive con el conde Raoul, el hombre por el que dejó al Fantasma. Está infelizmente casada y tiene un hijo. Por su parte, el Fantasma es algo más presentable: ha construido el parque de atracciones de esta zona de Nueva York y lleva una nueva máscara. Los principales papeles en este estreno corresponden a Ramin Karimloo, canadiense de origen inarí que ya ha interpretado al Fastasma en la primera parte, y la estadounidense Sierra Boggess.
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