Días después, el marido llegó cabizbajo, pálido y profundamente abatido.
- ¿Qué pasó, querido? - Le preguntó la mujer, ...
- ¿Te acuerdas de mi obsesión por meter el pene en la cortadora de pepinos?- ¡Oh, no! - Gritó la mujer -- ¡Dime que no lo hiciste!
- ¡Sí, si lo hice, lo hice !,....- ¡Oh, por Dios!, Y. ....... ¿Qué pasó ?,...
- ¡Me despidieron! - Respondió el marido.- Pero .... y, .. ... eh .... . Que pasó con la cortadora de pepinos ¿te hizo daño ?,..
- ¡No, no .... También a ella la despidieron.
1 comentario:
jajajajajjajajajaja
¡ Brutal!!!!
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